Hija curiosa de la “Pachamama”, se certificó como instructora de Hatha-Ashtanga y Vinyasa Yoga, mientras que actualmente se especializa en integrar Mindfulness en Psicología Positiva y manejo de Emociones.
Ana Giselle comenzó a ofrecer meditaciones guiadas, asanas y ejercicios de respiración (pranayama) en marzo de 2020, en un esfuerzo por contrarrestar los efectos del estrés, la ansiedad y la depresión provocados por el confinamiento impuesto por la pandemia del COVID-19.
Sus sesiones, “Despertar suave” y “Yoga con intención” están diseñadas para guiar a los practicantes de todos los niveles a entrar y reconectarse con su propia esencia amorosa, redefiniendo su relación con sus propios cuerpos y con la Madre Tierra.
Ella cree firmemente que una práctica de Yoga consciente y honesta levanta el velo de la separación y genera una forma sana, equilibrada y sostenible de relacionarse con todo lo que es.
Su mantra de vida: “El cambio comienza con uno mismo… cuando elevamos nuestra vibración, elevamos la vibración de quienes nos rodean”. En otras palabras, si somos felices, compartimos la felicidad con los demás. Si somos miserables, compartimos la miseria. Si somos pacíficos, compartimos la paz.